Yo - Pues si, en el fondo piensas con esa cabecita
Él ~ Pues claro suelo pensar bastante pero mas que nada en una enana incordiosa
Yo - Y yo en un enano que se deja incordiar
Él ~ Será que le gusta que le incordien o más que nada, la persona que le incordia
Yo - Pues no tienes que dejarte, que incordia demasiado
Él ~ Pero si me está incordiando pasa más tiempo a mi lado, y lo mires donde lo mires, lo compensa
Yo - Cerca tuya estará siempre, la tienes en la palma de la mano ¿ no lo sabes ?
ÉL ~ Eso espero, yo prefiero decir que la tengo no en la palma de la mano, si no en el corazón, donde a partir de ahora no habrá nadie más
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